El noviazgo

Pbro Francisco Olalla

El noviazgo

¿Para qué sirve en realidad el noviazgo? ¿Enamoramiento y amor son lo mismo? ¿Es sólo una cuestión de sentimientos? ¿Es bueno que los novios convivan antes del matrimonio, para así conocerse mejor? ¿Es el matrimonio una figura pasada de moda? Estás preguntas y otras similares fueron revisadas durante un curso sobre el noviazgo dictado por el Pbro. Francisco Olalla, realizado en tres sesiones en los días 23, 30 junio y 7 julio 2022.

En estas charlas se habló de la importancia de la familia y la vida matrimonial como ideal de vida para muchas personas. En la actualidad hay una corriente de pensamiento que se opone a la familia como institución base de la sociedad, se ve al matrimonio como una cosa de apariencia, o un compromiso social; sin embargo, la defensa del matrimonio y la vida familiar es fundamental para la construcción de una sociedad sana.

Hablar de noviazgo supone plantearse cuál es el ideal que se quiere para la propia vida, ya que la otra persona debe encajar en esa historia de la vida en común. Podemos ver el matrimonio como un ideal de vivir para el otro. De allí la importancia de este tiempo para conocerse y madurar la decisión, libre y ponderada, de casarse o romper la relación. Por eso, entender el noviazgo, supone entender el matrimonio.

La propuesta cristiana del matrimonio considera, entre otros, algunos aspectos clave: la unidad, de uno con una, que según las Escrituras formarán una sola carne; la indisolubilidad, durará para toda la vida; la fidelidad, considerada para algunos escritores como el amor en el tiempo, la convicción de encontrar un bien tan grande, que se está dispuesto a cuidarlo para toda la vida; la fecundidad, donde los hijos son un don. Por eso, es importante prepararse a vivir esos atributos desde el noviazgo.

Algunos participantes

Para vivir mejor el matrimonio, así como el noviazgo, es conveniente, por ejemplo: aprender a servir, a compadecerse, a escuchar, puede ayudar la visita a enfermos; ofrecer a Dios sacrificios, para no dejarse llevar por caprichos; saber dialogar; tener momentos de silencio y ponderación; conocer como se comporta esa persona en su ambiente ordinario con sus amigas y amigos; conocer su escala de valores; aprender a perdonar; descubrir intereses en común. También se habló de entender la sexualidad, como entrega plena, en que se manifiesta que “mi vida es tuya”, entrega que sólo se puede dar en el matrimonio.

Se habló de la conveniencia de acudir a alguna persona o algún matrimonio, que ha vivido ese ideal, para que oriente y acompañe en los momentos de dificultad; así mismo, buscar modelos de matrimonios que respondan a ese ideal.

Al cierre del curso se mencionó lo que constituye un matrimonio cristiano ya que es signo del amor de Cristo a su Iglesia.

En resumen, la propuesta humana y cristiana del noviazgo es la de ser un periodo importante para que los novios se conozcan y ponderen si cada uno es la persona con la que quieren compartir juntos su futuro.