Cuando llegan las Navidades, me gusta contemplar las imágenes del Niño Jesús. Esas figuras que nos muestran al Señor que se anonada, me recuerdan que Dios nos llama, que el
Omnipotente ha querido presentarse desvalido, que ha querido necesitar de los hombres.
San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 18